Al vender una vivienda, es importante tener en cuenta que hay varios gastos que pueden surgir. En primer lugar, hay que tener en cuenta los gastos de la agencia inmobiliaria, si se decide contar con sus servicios. Generalmente, estas comisiones se establecen en un porcentaje del precio de venta y suelen ser acordadas por ambas partes antes de la firma del contrato . Además, en algunos casos, puede ser necesario realizar algunas reformas o arreglos en la vivienda para ponerla a punto para la venta, lo que puede suponer un gasto adicional. Por último, también hay que considerar los impuestos asociados a la venta de la propiedad, como la plusvalía municipal o el IRPF si la vivienda ha sido comprada como inversión.
En cualquier caso, lo mejor es informarse bien de todos los gastos asociados a la venta de una vivienda para poder planificar y presupuestar adecuadamente.